Balneario sulfuroso abandonado.
Este es uno de esos sitios de los que das con ellos de forma curiosa. Lo había visto al pasar hace ya bastante tiempo, aunque sin prestarle mucha atención. Sin embargo, un buen día me mandaron un correo comentándome donde estaba y algo de la historia del mismo, y de repente empezó a sonar mucho más interesante. Sin embargo seguía sin asociar el sitio con el que había visto. Al final, coincidiendo con la vuelta de unas vacaciones, nos desvíanos unos pocos kilómetros de la ruta para echarle un vistazo.
Lo que nos encontramos era un edificio con muchos años y en bastante mal estado arquitectónico, pero con ese regusto a vieja gloria que tanto nos gusta. No es de extrañar cuando el edificio ha estado en pie más de 120 años.
La entrada, por la parte de atrás del edificio ya auguraba pocas cosas buenas. Justo tras la puerta nos encontramos que el suelo se había caído y se podía ver el piso inferior. Por suerte con alargar la zancada se podía esquivar el problema sin más riesgo.
La planta baja estaba utilizada básicamente como almacén. Botes de pintura, papeles, bidones variados y muchos trastos inútiles se agolpaban tras la entrada principal, hoy cerrada. Entre la basura destacaba la vieja portería.
La mayor parte de las paredes de la planta baja habían desaparecido, y el lugar parecía un almacén de viejos palets de madera.
En varios puntos el techo de la planta superior se había venido abajo dejando como resultado estas inmensas habitaciones derruidas. Daba algo de miedo pensar en subir a las plantas superiores, visto lo visto.
Sin embargo las escaleras tenían bastante buen aspecto, además de ser una maravilla arquitectónica.
Los juegos de colores de las paredes, entre anaranjado y azul, y los adornos pintados en la escayola hacían que uno buscase cualquier ángulo para inmortalizar aquellas escaleras.
En algunos tramos el techo de escayola y cañas había caído, pero en general aguantaban el tipo muy bien a pesar de los años.
Daba la impresión de que si algún día el edificio se desmoronase aquellas escaleras serían lo último en caer presa de la gravedad.
Imaginar tiempos pasados, con trajes de principios de siglo pasado, resultaba casi fácil en aquel entorno donde el lujo se convierte en decadencia.
Los pisos superiores estaban bastante vacíos, pero en buen estado. Es extraño encontrar un lugar en que los destrozos han sido provocados en su mayoría por el tiempo y la humedad, en vez de por la mano del hombre.
Largos pasillos con habitaciones a cada lado en los dos pisos superiores, cruzando el edificio de un extremo a l otro. Curiosamente, a pesar de ser un establecimiento de lujo, las habitaciones, a pesar de lo grandes que eran, no tenían baño propio, sino que era compartido entre varios.
Al fondo encontramos las habitaciones que habían perdido el suelo. Desde arriba la vista era aún más inquietante que desde abajo. ¿Tendremos suerte o caerá el suelo en cualquier momento en el pasillo? Por si acaso más vale andar con paso liviano, vayamos a sustos.
Apenas quedaban muebles allí, y los pocos que había estaban en un estado realmente lamentable. Sin embargo las puertas aguantaban bastante mejor que la mayoría de paredes o suelos.
Tras revisar las plantas superiores nos dirigimos a los sótanos iluminados con la única luz de la linterna. Tras bajar sólo el primer tramo de escalones nos dimos cuenta de que aquello olía bastante mal.
Lo del olor era literal, no una forma de hablar. Una de las características de los balnearios de aguas sulfurosas es que huelen a ácido sulfhídrico. O lo que es lo mismo, a huevos podridos. En la zona de baños el olor ya era perceptible, aunque no molesto.
En las habitaciones a cada lado del pasillo encontramos estas enormes bañeras de mármol. Comparado con lo que estamos acostumbrados a ver en los modernos balnearios, llenos de piscinas y baños comunes, estas bañeras individuales resultaban de lo más curiosas.
Al estar en un sótano la luz era más bien escasa, así que las fotos tienen una curiosa mezcla de luz entre la poca que entraba por las altas y pequeñas ventanas y la de la linterna.
Muy cerca, de los baños se encontraban lo que parecían las escaleras del infierno. Apenas con luz, llenas de óxido y con un olor cada vez más intenso y desagradable.
Curiosamente la estancia estaba pintada de color azul. Supongo que haberla puesto de rojo hubiera puesto de punto los pelos al bañista más valiente, aunque supongo que con las ventanas y puertas sin tapiar el sitio debía de ser bastante menos espeluznante.
Abajo del todo, en una pequeña habitación casi a oscuras, se encontraba el manantial.
El agua aún hoy sigue manando de una oquedad en la pared. Todo el cuarto está inundado de un olor casi insoportable, además del agua.
Una capa de espuma blanca flota sobre el agua, dándole al sitio un aspecto aún más extraño. La diferencia de color entre esta foto y la anterior se debe al uso de la linterna para poder obtener algo más de luz en aquel lugar extraño.
En resumen, esta fue una de esas visitas que valen la pena. Un lugar antiguo, lujoso y decadente, sin apenas rastro de gamberros y lleno de detalles que merece la pena recordar y llevarse en la tarjeta de memoria de la cámara. Ojalá hubiera más así.
14 comentarios:
Y donde está esta maravilla de sitio?
Excelente artículo, y excelentes fotos. Felicitaciones.
Azufre y oxido para que quieres mas? Las fotos son increibles. Si un dia bajo por ahi prometo pasarme a verlo.
Maravilloso lugar
Te felicito maravilloso lugar y las fotos no hablar de ellas un saludo Julia
gracias por compartirlo! he pasado un buen rato "inspeccionando" el balneario. me encanta!
Lo de las bañeras individuales sigue siendo normal en balnearios de aguas medicinales, ya que en ellas se aplican tratamientos. Hay que tener en cuenta las claras diferencias con los spas.
Por cierto, no precisáis si sigue manando el agua...
Fantine: Justo al lado de la carretera... ;)
Maquinas: Cuando quieras, pero sólo si no te me vuelves a tirar encima... :D
Mr. Yorch: Estamos más que de acuerdo.
Julia: Es que con sitios así las fotos salen casi solas.
Anonimo: Para eso está el blog! :)
Francisco: Será que en los que he estado son así... Y sí que comento que el agua sigue manando... Al final de la entrada.
me ha impresionado el lugar y las fotografias son estupendas, supongo que como dices en un lugar asi salen solas, pero hay que tener buen ojo para ver el momento y tu lo viste muy bien, tengo que volver a repasarlo todo porque no he visto donde esta este lugar y me gustaria visitarlo antes de qu desaparezca. Muchas gracias por hacernos participes de esta maravilla que al govierno de la comunidad se le ha pasado por alto y consentido que se pierda en la memoria del tiempo.
si se puede , me diriais donde esta, para hacerle una visita, gracias, mi correo es albaca74@hotmail.com, si es necesario jurar no comunicarlo a nadie, lo juro, un beso
Balneario de Caldes
me acabo de tropezar con este blog y estoy literalmente embobada, que belleza.
Un saludo muy efusivo desde medellin colombia.
Hola, puedes decirme, por favor, donde esta ubicado? Queremos realizar un documental con equipo cinematográfico y ya puestos... hacerle un merecido homenaje en 4K.
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