Otra estación segoviana.
A pocos kilómetros de la estación anterior se encuentra esta otra. Como comparten línea y esta será convertida en vía verde, comparte con la anterior su condición de abandonada.Tenía referencias de ella hace ya tiempo, pero no fue hasta una segunda visita a la estación anterior y tras un correo que me mandaron (gracias otra vez, Agustín) fuimos a echarle un vistazo.
Sin embargo, a diferencia de la primera, esta se encuentra apartada del pueblo.
Esto ha propiciado que su estado sea mucho peor. Paredes destrozadas, los cambios de aguja arrancados de su lugar, escombros y cascotes por doquier.
De todas maneras se aprecia aún que esta estación era bastante más grande e importante que la anterior.
Para empezar, el edificio de mercancías es bastante más grande que la mayoría de los que he visto, con dos habitaciones grandes en lugar de la nave única que suele ser habitual en estos casos. El edificio se conserva bastante bien, aunque totalmente vacío.
Algunos restos de serpentinas y bebidas indican que se celebró alguna fiesta hace algún tiempo.
También llama la atención una pequeña cantina. Apenas una barra que daba a la vía y un par de habitaciones diminutas.
Algo más alejado encontramos un edificio de ladrillo con chimenea. Una parte, que parece actualizada y está convenientemente cerrada, alberga un transformador que parece operativo. Otra habitación contiene una maquinaria que parece destinada a sacar agua de un pozo situado en l aparte baja. También hay lo que parece ser un horno, aunque desconozco si sería el caso, ya que no le veo propósito.
En el edificio principal de la estación encontramos la planta baja, destinada a los servicios de viajeros.
Apenas queda en ella algo interesante, excepto por algunos sillones que probablemente fueran traídos después del cierre.
Otra habitación contenía cantidades ingentes de papeles relacionados con Renfe. La gran mayoría eran folletos publicitarios, aunque también había algunos documentos.
La planta superior, sólo accesible desde el exterior, albergaba la casa del jefe de estación. Tampoco quedaba gran cosa. La cocina y baños habían sido destruidos, y apenas quedaba algo interesante salvo un viejo colchón en la habitación más grande.
Lo que si llamaba la atención eran los viejos papeles pintados de las paredes, que recuerdan a tiempos pasados. El contraste entre las sombrías estancias y el verde de los prados y bosque de álamos resultaba de lo más curioso.
Localización: A pesar del destrozo y espolio, prefiero reservarme la localización de esta estación, sobre todo por su cercanía a la anterior.
Estado: Bastante destrozada, aunque las estructuras parecen mantenerse bastante bien. Curiosamente hay muy pocas pintadas.
Acceso: Sin problemas. Se puede aparcar en la explanada de la estación y la mayoría de las puertas y ventanas están rotas o abiertas.