26.12.07

Estación abandonado de Buitrago-Gascones

Una de las formas más sencillas de encontrar un sitio abandonado es seguir una línea férrea. Resulta irónico que en una época de trenes bala de alta velocidad, atestados metros subterráneos y otras maravillas tecnológicas sobre raíles, y que una gran parte de la red ferroviaria esté prácticamente abandonada.

En algunos casos los abandonos son para bien, como en el caso de las vías verdes, que convierten los antiguos trazados ferroviarios, tras eliminar las vías, en rutas destinadas al turismo ecológico, a pie o en bicicleta.

En otros casos, nos encontramos con el escenario opuesto. Las vías siguen en su sitio, incluso en uso habitual, pero las estaciones han sido tapiadas y olvidadas, o incluso dejadas arruinarse.

Este es el caso de la estación de Gascones-Buitrago, situada en la zona norte de la provincia de Madrid. La carretera, en sorprendente buen estado, acaba en la explanada de esta estación.

De los tres edificios, el más deteriorado es el destinado a mercancías. El techo ha caído en su totalidad, y en su interior crece la hierba entre los escombros.



La pequeña construcción que albergaba los servicios tiene techo, pero aparte de eso ha sido severamente destrozado y pintarrajeado, con bastante poco gusto.

El edificio que albergaba las oficinas y demás está en un estado algo mejor. Casi todas sus entradas fueron tapiadas hace tiempo, aunque alguien se ha dedicado a echar abajo algunos de las tapias en puertas y ventanas, de modo que se puede acceder al interior sin esfuerzo. El interior está bastante destruido, aunque aún quedan algunas literas oxidadas y restos inservibles de cocinas y baños. Resulta difícil pensar que en este lugar se haya utilizado para el tránsito de viajeros alguna vez.



En cuanto a los equipamientos exteriores, la báscula de trenes ha desaparecido, quedando sólo los hierros y el balancín de la vía. Incluso el gálibo, algo más alejado, sólo queda la percha.



Llama la atención por su tamaño la plataforma giratoria que se usaba para girar los vagones. Farolas, bancos y otros mobiliarios han sido destrozados, y apenas queda nada.


Realmente es una pena que estas estaciones queden abandonadas y olvidadas. Probablemente no sea rentable mantenerlas en funcionamiento para algo más que un apeadero ocasional, pero el hecho de cerrarlas y dejarlas allí, como si algún día fueran a funcionar otra vez me resulta curioso. Al final se quedarán como las casitas de las maquetas de tren: edificios huecos e inútiles con la única razón de ser de servir de adorno. Al menos hasta que el tiempo y los gamberros los hagan pedazos, y acaben siendo demolidas y barridas a un lado de la vía.

Hay veces en que uno se para en un sitio abandonado, cierra los ojos, y dejando volar la imaginación se puede reconstruir un lugar tal y como fue antaño. Las estaciones de tren se prestan bastante a esto, sobre todo en días oscuros de invierno en los que se pueden imaginar viajeros de largos abrigos, sombreros y enormes maletas de piel.

En la estación de Gasones-Buitrago, con mucho esfuerzo, la única imagen que viene a la cabeza es la de los gamberros de botellón.

Localización: Cerca de Buitrago de Lozoya, antes de llegar a Somosierra por la A-1. En google maps se puede apreciar perfectamente el edificio principal, al este, el edificio de mercancías, más al oeste y con el tejado sólo a medio caer, y los servicios, apenas visibles entre los árboles entre los dos primeros edificios.

Acceso: Se llega sin problema en coche siguiendo las indicaciones de la carretera, y se puede aparcar en la explanada de la estación. Actualmente se puede entrar en todos los edificios sin problema.

Estado: Como comentaba, el edificio de mercancías está en estado de ruina avanzada y apenas quedan restos de la estructura de madera del tejado, así que mejor no entrar un día de viento. De todas maneras se ve desde fuera todo el interior. El edificio de la estación está en estado aceptable, aunque con los muros interiores y escaleras bastante estropeados.

14.11.07

Se inaugura el grupo de noticias

Probablemente acabemos siendo los cuatro gatos de siempre, pero quien sabe, lo mismo aparece gente interesante... No sería la primera vez.

El asunto es que el formato blog me gusta, pero peca de ser un medio de comunicación bastante asimétrico.... Es decir, yo escribo mucho y vosotros poco (o nada, en la mayor parte de los casos). Además, establecer una conversación medianamente fluida y pública en los comentarios es bastante tedioso: ni se sabe si uno ha contestado, ni si te contestará, o si otra persona ha hecho una aportación al tema....

La elección de Google Groups es bastante simple.... Es un sistema que ha heredado (o fusionado, según se vea) la filosofía de los grupos de noticias Usenet. Eso significa que sólo se escribe texto. Es simple, y huye de las complicaciones habituales de los foros, de registros, de avatares, de fotos, de subgrupos.... Simple y llanamente son mensajes de correo que cualquiera puede leer.

La principal ventaja es que, a poco que te registres, tienes un buen sistema de saber que conversaciones se han modificado, con informes a tu dirección de email, o simplemente accediendo al grupo. Como desventajas... La única que echo de menos es no poder insertar imágenes en los mensajes. Oh, y la publicidad.... En la columna de la derecha cuando se leen los mensajes nos encotramos los adWords.... Aunque no sé si es la costumbre de verlos en Google o que, pero me resultan prácticamente invisibles....

No hace falta registrarse, basta con una dirección de correo, o si tenéis cuenta en gmail con acceder al grupo después de haber visto el correo os basta para identificaros.

Cualquiera puede leer, o escribir, sin necesidad de hacerse miembro o de cualquier registro. La ventaja frente a la vieja Usenet es que, en el poco probable caso de que el grupo tuviera cierto éxito y tráfico de mensajes, historias como el spam o los inevitables troll pueden ser controlados, aunque dudo que haga falta alguna vez.... :)

Pues nada.... Sírvanse a pasarse, saludar, quejarse, crititicar, gritar, insultar (con ingenio, por favor), inventar historias o lo que gusten, que para eso está.

Oh... La dirección del grupo, claro.... Es esta: http://groups.google.com/group/abandonalia.

Salu2!

8.10.07

Douglas DC-3 abandonado en Salamanca.

Con el tiempo, uno desarrolla una curiosa habilidad para observar cosas “inusuales” con el rabillo del ojo mientras conduce, sin apartar la atención de la carretera.

Cuando lo que te encuentras es un gigantesco Douglas DC-3 elevado unos cuatro metros del suelo la cosa pasa de “inusual” a convertirse en algo que se podría clasificar sin problemas como “sorprendente”.



De acuerdo que no es precisamente un lugar abandonado, a no ser que entendamos como lugar cualquier espacio físico en desuso, pero no me negaréis que es un descubrimiento interesante.

El artefacto en cuestión me lo topé por casualidad viajando desde Zamora y Salamanca. Como iba con prisas y con cosas que hacer no pude más que anotar mentalmente donde estaba situado para volver en otra ocasión.

Un par de días más tarde, con más tiempo y cámara en ristre me pasé con la intención de ver aquel bicharraco con más detenimiento.

Los desguaces suelen ser sitios interesantes para los aficionados al óxido y la decadencia, pero raramente se encuentran ejemplares de cacharros voladores en sitios así. Sin embargo, el dueño de este desguace debe de tener cierta afición a estos trastos, ya que además del mencionado DC-3 también cuenta con una avioneta y un pequeño helicóptero subidos en enormes columnas metálicas, como si se hubieran congelado en vuelo para siempre.

Como no todo va a ser ir colándose en los sitios, esta vez bastó con poner una sonrisa, sacar la cámara y pedir permiso para entrar. Ningún problema. Evidentemente en este tipo de sitios nadie piensa que vas a intentar escapar con quinientos kilos de metal a rastras, mientras sujetas una cámara con la mano libre.

En 1935, DC-3 supuso una revolución en su época. Empezó a fabricarse como transporte aéreo de lujo. En una época en la que los vuelos debían ser la versión aérea del bus de pueblo que rodaba por la carretera sin asfaltar junto a un precipicio, este avión vendría a ser un Rolls Royce con alas. Con el tiempo los interiores de lujo fueron desapareciendo, pero la robustez y fiabilidad de estos aviones hicieron que siguieran en fabricación y servicio durante muchos años más, hasta el punto de haber aún unidades en servicio.



Con mis escasos conocimientos de historia aeronáutica, diría que este aparato fue una unidad militar, por la cruz de San Andrés (aspa negra sobre fondo blanco) en su timón de cola. La única referencia que pude sacar de este avión en el desguace es que el dueño lo había traído hace años del cercano aeropuerto de Salamanca, sin más detalles.

El avión está suspendido a unos tres metros de altura sobre su tren de aterrizaje extendido. El tamaño es realmente impresionante. Si os fijáis en la foto tomada desde atrás, observareis la caja azul de un trailer. No se aprecia exactamente en la foto, pero dicha caja estaba cubierta completamente por el avión.


Está en un estado bastante aceptable para llevar tantos años a la intemperie, y desde luego merece una pequeña parada para verlo de cerca.

Además de avión, también me encontré allí al lado a este par de pequeñas que parecían estar esperando a Stewie.


Por último, un apunte para los que hayan llegado aquí buscando aviones viejos. Si pasáis por Madrid cualquier primer domingo de mes (o casi) no podéis perderos la exhibición mensual de la Fundación Infante de Orleáns. Esta fundación se dedica a restaurar y mantener aviones históricos en estado de vuelo, y el paseo y los escasos 5€ que cuesta la entrada (destinados a mantener a estas preciosidades en el aire) bien valen la pena.

Localización: N40° 59' 36.56", W5° 39' 55.22", en la nacional 630A, muy cerca del estadio Helmántico de fútbol. En google maps apenas se distingue su figura del avión.

Estado: Se conserva bien para su estado y edad. Aunque creo que no me atrevería a volar en él tal y como está.

Acceso: Se puede observar desde cerca desde la carretera, ya que está a pocos metros tras una verja metálica, en alto. En mi caso no hubo mayor problema para entrar a echarle un vistazo.

Enlaces:

Ficha del Douglas DC-3 en la wikipedia en español.

Web de la Fundación Infante de Orleáns.

26.9.07

Vacío por favor II

Hace poco más de un año ya que empezó la andadura de este blog. Nunca he sido muy aficionado a los cumpleaños, sobre todo por problemas de memoria, pero sí que recuerdo que el primer post que colgué por aquí fue precisamente sobre una gasolinera abandonada en la A4 . Supongo que por eso me resulta un tanto curioso que ahora haya encontrado esta otra gasolinera, también en la misma autopista.

Desde luego a esta le falta todo el encanto de la primera, a pesar de que la anterior estaba tan vandalizada o más que esta última. Supongo que a esta le faltan unos cuantos años para que empiece a parecer algo antiguo, en vez de algo simplemente reventado.


El caso de esta gasolinera es un tanto extraño. Normalmente las gasolineras de las autopistas solían “morir” cuando la carretera se convertía en un monstruo de varios carriles del que es imposible salir si no es por el sitio indicado. Si la gasolinera se quedaba fuera de una salida solía tener firmada su sentencia de abandono.


Sin embargo, esta está en una salida, bien ubicada, con acceso rápido a la autopista tanto de ida como de vuelta, y sin embargo lleva años cerrada.

Hasta hace poco incluso estaba en relativamente buen estado, pero de un tiempo a esta parte alguien se dedicó a reventar las rejas que impedían el acceso al interior, y ahora dentro queda poco más que habitaciones vacías, aparte de cantidades ingentes de botes, maderas, basuras y porquerías variadas.


Los surtidores también han sido desguazados, y apenas queda un esqueleto de lo que fueron, aunque al menos el sistema de poleas que se usan para poder extender la manguera aún puede verse y resulta curioso.


En la parte trasera también habían roto las rejas de los baños exteriores, aunque tampoco quedaba mucho que ver por allí.


En resumen, que el sitio no es que sea especialmente interesante, pero para hacer una parada rápida y volver pronto a la autopista (como quien echa combustible) no está mal. Además, sirve para que el blog no parezca tan abandonado… :)

Localización: N38° 13' 26.11", W3° 38' 5.51". En la provincia de Jaén, en la margen derecha de la A4 circulando en dirección Madrid. La resolución de la zona en Google Maps es bastante mala, pero sirve para hacerse una idea de la situación.

Acceso: Pues como cualquier gasolinera. Podemos dejar el coche aparcado en la pista sin problema alguno. Para llegar lo mejor es coger la salida 275 de la A4.

Estado: El edificio bien. Las instalaciones son lo suficientemente modernas para asegurarnos de que no nos va a caer un trozo de techo encima, o que se nos rompa el suelo bajo los pies. Lo más peligroso que puede pasar es que pisemos algo pegajoso y maloliente, o que tropecemos con algo.

Salu2!

28.8.07

Colaboraciones: Minas de hierro de Alquife

En la falda norte de Sierra Nevada, en un pueblo llamado Alquife, reposan los restos de una antigua mina de hierro llamada comúnmente como minas del marquesado. El primer contrato de extracción de mineral es de 1.518. En 1.521 hay un contrato de arrendamiento por seis años, a favor de Juan Tirador con la siguiente cláusula : "que el hierro extraído habría de labrarse a la manera de Vizcaya". Ante la cantidad de mineral que se extraía y, que las herrerías de Xeres no podían consumir en su totalidad, los Marqueses mandaron construir una nueva herrería en Lugros, para atender toda la oferta de la Mina de Alquife. A Lugros, en 1.568 se mandaban desde Alquife cuarenta quintales de hierro. Todos los pueblos del Marquesado del Cenete, tenían obligación de dar jornales para la hacienda de los Marqueses, bien fuera de servicio domestico, agrícola o ganadero, pero los vecinos de Alquife y Jerez quedaban exentos de este tipo de jornales, ya que los de Alquife se dedicaban exclusivamente a la minería y los de Jerez a la fundición. El transporte de mineral extraído lo hacían los vecinos de Alquife a lomos de animal hasta el Barranco de Jerez y su salario se estipulaba por las cargas de mineral llevadas. Desde el siglo XVI hasta el XIX, de una forma o de otra, se ha extraído mineral de estas antiguas y celebres minas de Alquife.

Las minas pasaron a ser explotadas a finales del siglo XIX por una compañía inglesa para luego ceder una parte a una compañía francesa. En aquella época la extracción se hacía por galerías y túneles. Posteriormente la mina fue adquirida por la compañía andaluza de minas, que decidió cambiar la forma de extracción y crear una mina a cielo abierto. Estas minas atrajeron a la zona multitud de trabajadores a los pueblos de la zona (el propio Alquife, La Calahorra, Jerez del Marquesado, etc). De hecho se creó un poblado permanente justo al lado de las minas con casas para los trabajadores y equipada de servicios como colegios, iglesias, etc. La plantilla de la mina era de unas 350 personas, proporcionando empleo directo a mas de 1000 personas. Su producción abasteció hasta a 18 plantas siderúrgicas de 11 países distintos. El mineral extraído se transportaba por ferrocarril hasta Almería, donde era embarcado hasta los destinos finales. Fueron cerradas en el año 1996 dejando las instalaciones y el poblado abandonado... y hasta hoy.

Con motivo de las vacaciones de este verano en el pueblo de mi novia en Jerez del Marquesado, decidimos darnos una vuelta por las minas. El acceso es muy sencillo y las instalaciones bastante segura,aunque como todo lo abandonado, siempre es importante tener cuidado. Ademas como está todo lleno de oxido hay que tener cuidado con no hacerse ninguna herida con nada si no queremos volver a ser vacunados del tétanos....

Para llegar, justo antes de salir del pueblo de Alquife, se gira a la izquierda. Hay una señal nueva como de turismo que indica que por ahí se va a las minas del marquesado. Desde ahí ya se alcanza a ver los inicios del poblado y las montañas de restos de terreno extraídos de la mina. Todo de un característico color rojizo producto del oxido proveniente del hierro extraído de las minas. De hecho, es frecuente recordar por la gente de la zona las nubes rojizas que manchaban sus casas de un polvillo rojo y que el viento desplazaba desde las minas. Nada mas llegar vemos una semana de prohibido el paso y propiedad privada. Sin embargo no hay vigilancia y se puede pasar sin problemas. Las primeras viviendas del poblado minero, las que mejor se conservan, no están abandonadas sino que han sido ocupadas por gente, la mayoría provenientes de sudamérica. Nosotros dejamos el coche al lado de una garita abandonada y nos adentramos por el poblado, pero si vuelvo pasaré el coche hasta unas vías del tren que hay más hacia adentro, al lado de la iglesia. De hecho vimos luego un coche de visita muy metido adentro de las minas, casi al lado del hoyo de donde se extraia el mineral.

De la iglesia solo llegamos a ver el exterior. No llegamos a pasar dentro, pero algunos comentan que dentro se mantiene el altar y listas con los fallecidos por accidente en las minas. Más adelante atravesamos la vía del tren que conectaba las minas con el puerto de Almería, ahora casi cubierta por la maleza y con restos de las maquinas de señalización.




Siguiendo las vías a la izquierda llegamos a las instalaciones mineras, concreta mente a el mecanismos que debía de cargar el hierro en los trenes, pero decidimos adentrarnos cruzando las vías hacia el poblado minero. La imagen del poblado es tétrico. Hileras de casas bajas abiertas y totalmente accesibles en su interior. se ven los corrales de dentro de las casas y aún sobreviven las parras del interior de las casas. Todo como en toda la mina, cubierto de rojo del oxido del hierro. Avanzamos por el poblado y llegamos a otro tipo de viviendas, estas mas grandes. Viviendas individuales y de varios pisos, probablemente pertenecientes a los altos cargos de la mina. Estas son las que están mas cerradas, pero siempre se puede encontrar alguna puerta abierta de algún sótano. La imagen es tétrica, como sacada de alguna película de desastres nucleares o algo así...



Siguiendo el poblado hacia la izquierda se llega al aparcamiento de la mina, consistente en cocheras individuales supongo que para los obreros. Finalmente llegamos a la entrada a las instalaciones mineras, donde un cartel nos hace suponer el gran ruido que hacían dichas instalaciones.




Avanzamos por la derecha y vemos los almacenes, suponemos que de maquinaria y camiones, donde se mantiene un antiguo surtidor, un camión medio destrozado, restos de ruedas como de tractor, etc.




También vemos un cartel curioso donde se intuye que el trabajo en las minas debía de ser bastante duro,...y peligroso...


Siguiendo de frente llegamos, andando un poco más, al lugar de extracción. Un inmenso agujero donde se ven los restos de las rampas por donde bajaban los camiones a cargar. Hoy es un gran embalse fruto de las filtraciones de agua de las capas inferiores de la superficie que antiguamente se bombeaban para facilitar el trabajo de extracción.





Volvemos a las instalaciones de la mina y podemos ver cintas y maquinaria por todos lados. Nos impresiona una zona de motores en donde notábamos que algo debía de funcionar ya que cada 20 segundos es oía un ruido como de un relé, con lo que intuimos que debe de existir corriente eléctrica por algún lado. También vemos generadores, acumuladores de energía ...




Por el camino nos encontramos con un grupo de 4 personas también de visita por la mina, aunque el algunos momentos da la sensación de que puede aparecer cualquier cosa detrás de alguna esquina. Finalmente llegamos a la planta de carga de trenes en las vías del tren y de ahí ya para volver al coche que tuvimos que lavar porque esta totalmente cubierto de polvo rojo, igual que nuestras zapatillas...




Saludos!
Laura y Rubén.

22.6.07

El bunker del Capricho

Les Luthiers, que además de humoristas son unos grandes filósofos decían: “Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe”. Con esto que llaman “nuevas tecnologías” lo del teléfono empieza a estar cada vez más en desuso, y más te vale contar con una buena combinación de saber lo que buscas y tener algo de suerte.

A diferencia del teléfono, que es un medio en “tiempo real” y privado, los comentarios en los blogs suelen ser públicos, y con suerte firmados. La firma, tras hacer un par de clicks, y teniendo la dosis necesaria de suerte, acaba llevándonos hasta el el buzón de email del autor.

En este caso, mirando entradas viejas del imprescindible blog fogonazos encontré un comentario acerca de unas fotos del interior del llamado “bunker de Miaja”. Tirando del hilo llegué hasta el blog de Luis, el autor del comentario, maníasmias.

Tras unos cuantos correos, me encontré en mi buzón una invitación suya para ir a ver el famoso bunker. Todo esto nos lleva a deducir que por mucha nueva tecnología, lo mejor sigue siendo tener el teléfono adecuado, y una “excusa” del tipo “hace mucho que no nos vemos, ¿no?”

Para el que no conozca el Parque del Capricho, y sea de Madrid, primero y antes de nada recomendarle que, con bunker o sin él, se pase a verlo cualquier fin de semana. Es un parque un tanto especial. Para empezar, no es ni mucho menos tan extenso como otros espacios verdes de la capital como El Retiro. El parque está cerrado, y solamente abre al público los fines de semana, y siempre restringido a un número de 1000 visitantes al mismo tiempo. Un sistema de tornos a la entrada puede hacer que tengamos que esperar un poco a que salga alguien algún fin de semana de esos en los que apetece pasear. Por otro lado, no se permite el acceso con comida, animales, balones, etc. Por cierto, a pesar de los tornos, el acceso es gratuito.

Estas restricciones, bastante lógicas, son las que hacen que este parque más que un parque parezca un enorme jardín privado. Encontraréis el césped perfectamente recortado y verde, los caminos despejados de hojas y ramas, y un ambiente mucho más relajado y menos “festivo” que en el Retiro, por ejemplo. Eso sí, conviene tomárselo con calma, ya que aunque el recinto no es especialmente grande, recorrer todo el parque y visitar todas sus “atracciones” puede llevar un par de horas de tranquilo paseo. No olvidéis la cámara y leer los carteles a lo largo del recorrido. Tenéis más información práctica en la página sobre el parque del ayuntamiento de Madrid. Y no olvidéis pinchar en Actividades si queréis disfrutar de alguno de los conciertos que se realizan en el parque.

Al fondo del parque, a la izquierda del palacio de los Osuna, se encuentran los accesos principales al bunker. Esta instalación subterránea fue conocida como Posición Jaca y fue el centro de mando desde el que el ejército republicano organizó los últimos combates que culminarían con la toma de Madrid por parte del bando nacional.

Bajo una enorme losa de hormigón armado de un metro de grosor se encuentran las puertas blindadas que dan acceso al subterráneo. Hay varias de estas puertas por la zona. Alguna de ellas, cerradas con cadena, dejan un resquicio por el que se pueden observar los escalones que descienden hacia la oscuridad.


El Capricho. (Ayto. Madrid)

Por suerte, en nuestro teníamos quien nos abriera las puertas y quien nos encendiera las luces, por lo que el aspecto era bastante menos tétrico de lo habitual.

Tras descender dos tramos de escaleras, hasta 15 metro bajo tierra, nos encontramos otra puerta blindada (blast door) que da acceso al bunker propiamente dicho.


El Capricho. (Ayto. Madrid)

Este consiste en un largo pasillo principal con habitaciones abovedadas a sus lados.

El Capricho. (Ayto. Madrid)

Las habitaciones están totalmente vacías de cualquier tipo de mobiliario, aunque aún se conservan restos oxidados de la antigua instalación eléctrica. Llama la atención los azulejos de las paredes, y el dibujo del suelo, que se aprecia a pesar de la suciedad.


El Capricho. (Ayto. Madrid)

En toda la instalación resuena el goteo continuo del agua que cae en un pozo situado en la primera habitación, que acentúa la sensación de frescor habitual bajo tierra.

Al fondo se encuentra una habitación de paredes oscuras, que debió albergar la cocina o los baños. Sólo queda un pequeño poyete, y unos ganchos metálicos que debieron sostener algún tipo de depósito o similar.


El Capricho. (Ayto. Madrid)

Apenas estuvimos una media hora en el interior del bunker, tiempo más que suficiente para verlo con detenimiento en su totalidad, aunque personalmente hubiera pasado allí horas fotografiando las viejas y oxidadas puertas blindadas, y las escaleras sumidas en la oscuridad.


El Capricho. (Ayto. Madrid)


El Capricho. (Ayto. Madrid)

No me queda más que agradecer a Luís la oportunidad que nos brindó para visitar este tesoro oculto, y también a nuestra cicerone, Isabel, que aparte de compartir su tiempo y amabilidad con nosotros fue una guía de lujo, tanto por conocimientos (y es que aunque este parque no es de su propiedad, pero como si lo fuera, y así lo tiene de cuidadito) como por su simpatía.

Localización: N40° 27' 24.70", W3° 35' 44.17". El bunker está localizado en el parque del Capricho. Desde google maps se puede observar el parque y el palacio aledaño a este.

Estado: El bunker se encuentra sin restaurar, pero en el estado que debe tener una construcción pensada para resistir ataques de artillería.

Acceso: Al parque, gratuito y altamente recomendable, aunque sólo durante los fines de semana. Suele haber bastante aparcamiento por los alrededores. La forma más fácil de llegar en coche es por la M40 dirección sur, salida Av. De Logroño, que es la siguiente salida al sur de la de Campo de las Naciones. El bunker se encuentra actualmente cerrado al público, aunque hay en marcha un proyecto para restaurarlo y crear un pequeño museo en su interior con documentación, planos e información sobre su historia. Se pueden ver, no obstante, las puertas blindadas exteriores y las chimeneas que le servían de respiraderos.

Enlaces:

Entrada y fotos sobre el bunker en maniasmias: Entrada , Fotos: 1 , 2, 3 y 4.

Salu2!

4.6.07

La presa vieja de Aulencia.

Cuando el pequeño utilitario de la familia se queda viejo y herrumbroso suele ser sustituido por una nueva, enorme y flamante berlina para disfrute de toda la familia. Resulta curioso darse cuenta de que este fenómeno puede darse en algo tan grande, caro y húmedo como una presa.



La presa de Ausencia, ahora conocida como “la presa vieja”, fue construida en 1945 y sirvió para proveer de agua y electricidad (no hay sistema de generacion de electricidad en la presa, ni canal de agua para generadores rio abajo) a los municipios de la zona. Tras 30 años de servicio se inauguró la enorme presa de escollera de Valmayor, apenas unos cuantos kilómetros río arriba, que convirtió a la presa vieja en algo pequeño y obsoleto.

Hoy en día, tras más de 60 años, la presa sigue siendo un muro imponente, aunque el óxido en su metal y las plantas en su cemento le dan un aspecto decadente.



La presa hace años que dejó de servir para almacenar agua. De hecho, su muro de contención soporta el peso de toneladas de lodos producidos por las depuradoras de la presa de Valmayor. El pantano no es más que un enorme contenedor de fangos aderezados por variados y tóxicos residuos como metales pesados y otros compuestos venenosos. Los mismos que se desechan antes de meter el agua en las tuberías que llegan a nuestras casas.

Desde la distancia el “pantano” parece limpio y resplandeciente, pero basta con acercarse a su orilla para comprobar que el agua es sólo una pátina de apenas medio metro sobre la superficie del fango.

La pasarela sobre la presa se encuentra bastante oxidada, y un cartel advierte del peligro de caminar sobre ella, y una vieja puerta metálica aún muestra restos de lo que fue un disco de prohibido el paso pintado sobre ella.



En el centro de la presa se encuentra la manivela que debió de levantar el portón del desagüe principal. Hoy en día conseguir mover esta vieja rueda sería un esfuerzo inútil debido al lodo compactado en la parte baja de la presa.



Al otro lado de la presa encontramos una viaja casa cerrada y un par de estanques que debieron alimentar al sistema hidroeléctrico decantadores que formaban parte del sistema de depuración de aguas de la presa.



La caseta del fondo contiene un par de tornos oxidados que debieron operar las compuertas que regulaban el flujo de agua hacia una serie de “bañeras” detrás de ella.



La presa asemeja un viejo cadáver atrapado en el fondo del río. Desde lejos no parece muy distinta de cualquier otra, pero basta con acercarse para que el óxido nos haga ver que lleva muerta bastante tiempo, aunque su cadáver aún sirva para retener algo de agua y cieno.



Una visita recomendable por lo curioso de la construcción, y por el bello entorno natural en el que está ubicada. Se merece una pequeña excursión dominguera.

Localización: N40° 31' 0.53", W4° 1' 25.32". En el cañón del río Valmayor, entre Valdemorillo y Colmenarejo . Su situación se puede ver perfectamente en google maps.

Estado: Los edificios colindantes se encuentran en buen estado pero cerrados. Uno de ellos aún está en uso y hay un perro encerrado tras una cerca. La pasarela metálica está oxidada, pero aún aguanta el paso sin problemas. Las represas de la instalación hidroeléctrica depuradora están bastante estropeadas y con numerosas pintadas.

Acceso: El acceso por carretera está cortado al tráfico. La carretera que llega hasta la presa es una cañada real y por lo tanto está prohibido el tráfico de vehículos a motor, por lo que hay una valla para evitar su paso. Lo más cómodo es dejar el coche en la urbanización de Pino Alto y recorrer los 2 km. a pie o en bicicleta.

Salu2!

23.5.07

Colonia militar General Varela

No muy lejos de Burgos, el radar del Sr. Stewie volvió a fijarse en esta imponente construcción visible desde la carretera. Tras desviarse de su ruta y echar un fugaz vistazo tuvo la amabilidad de compartir su descubrimiento con el resto de los mortales poco tiempo después.

El lugar es un viejo colegio para hijos de militares, o al menos ese fue su último uso, ya que previamente había realizado funciones de hospital. No sólo contaba con aulas, sino también con dormitorios y otras instalaciones, de manera que casi se podía describir mejor como un internado o unas colonias de verano. Se le conoció como Sanatorio Antituberculoso General Varela, o en épocas más recientes simplemente como La Colonia.

El edificio principal, que albergaba la mayor parte de las instalaciones es un enorme edificio de cuatro plantas de alto, más un sótano. Desde el exterior se observan que aún se conservan un buen número de viejas persianas de madera que le dan un aire de clausura.



Sin ni siquiera entrar se aprecia que el estado del edificio no es precisamente bueno. El suelo en la entrada ha cedido y sólo queda un enorme hueco has el sótano.

Entrando por uno cualquiera de las otras puertas nos encontramos interminables pasillos y bastantes escombros. Los falsos techos se han desmoronado en bastantes casos. Las puertas de madera siguen en su sitio, casi todas abiertas. Los ventanales traseros y las ventanas abiertas dan bastante luz, así que se puede caminar por casi cualquier sitio sin necesidad de linterna, al menos en las plantas bajas y superiores.



Las escaleras a la segunda planta tienen buen aspecto. Dentro de lo que suelen ser estas viejas construcciones, dan bastante sensación de seguridad.

Las plantas superiores son otra interminable sucesión de pasillos. En este caso encontramos varios dormitorios en buen estado, aunque vacíos casi totalmente, excepto por algún colchón viejo, armarios empotrados y alguna silla. Curiosamente los extremos de las alas del edificio se conservan bastante mejor que las zonas centrales. Los pasillos exteriores, a modo de grandes terrazas cubiertas, conservan aún su encanto.

Aún así, en varias habitaciones de la planta superior se conservaba el papel pintado de las paredes, aunque ni rastro de cualquier tipo de mobiliario.

Sin embargo, en las zonas más céntricas del edificio nos encontramos los detalles más curiosos de este lugar.

La cocina, por ejemplo, ha sido arrasada casi en su totalidad, excepto por su enorme campana de acero, que aún resiste el paso del tiempo y el expolio.



Otra estancia espectacular es el antiguo teatro. La platea ha desaparecido, y de las filas de asientos apenas quedan algunos asientos de madera desvencijaos y cubiertos de polvo y escombro.



En la parte superior, accediendo por las escaleras en la entrada trasera del teatro, se encuentran algunos asientos en mejor estado y la cabina de proyección, totalmente desolada. Por desgracia, como buen cine, la luz era muy escasa, y las posibilidades de fotografiar bastante reducidas.



No muy lejos, encontramos la capilla. Al menos lo que queda de ella, ya que excepto el área que ocupaba el altar, todo el suelo de la habitación se había venido abajo, y sólo se podía acceder al otro lado por la parte de atrás del edificio.



En los sótanos nos encontramos otra de las joyas de este antiguo edificio, un viejo ascensor varado para siempre en el sótano.



El resto de maquinaria: calderas, tuberías y demás, han desaparecido en su mayoría.

A la derecha del edificio nos encontramos lo que debió ser un viejo gimnasio, con el parquet seco y agrietado, y varias canchas de baloncesto en su exterior.



Algo más cerca de la entrada había un par de casas grandes. La mayor de ellas, de aspecto bastante tétrico, probablemente fuera la que llamaban “la casa del coronel”. Habitaciones bastante grandes, puertas de madera y cristal, hoy podridas y rotas,



Poca cosa que ver en sus habitaciones vacías, aunque sorprende ver una montaña de colchones viejos en lo que debió ser el salón.



Un poco más lejos, otro edificio de casas más grande, con lo que debieron ser dos viviendas en el mismo edificio. Lo que ahora se la llama un adosado, vamos. Habitaciones y más habitaciones, aunque en este caso e techo de la planta superior había caído en varios puntos, y la naturaleza había reclamado hace tiempo varias habitaciones, adornando el suelo de verda aquí y allá.



Un poco más abajo, la antigua piscina, de buen tamaño y hoy totalmente seca, aunque se conserva en un estado aceptable a pesar de los años de abandono. Casi no cuesta trabajo imaginarla llena de críos gritando y saltando por doquier.



Deambulando por la zona encontramos a algunos curiosos como nosotros, y a varias personas mayores sentadas en un banco a la entrada. Estas últimas nos comentaron que el lugar solía ser expoliado por chatarreros que se han llevado casi todo el metal del edificio, lo que explica el estado de la mayoría de las habitaciones, o la caída de algunos de los suelos y techos. De hecho, nos comentaron que habían estado a punto de llamar a las autoridades para avisarles de nuestra presencia, pensando que éramos gamberros o chatarreros. Es una suerte que seamos gente sociable, y no cuesta nada saludar y preguntar.

Un edificio histórico y lleno de historias, hoy convertido en una sombra de lo que antaño fue. Aún así, una sombra no exenta del encanto de la decadencia y de lo que en su día fue.

Localización: N42° 6' 1.22", W4° 12' 10.49”. En la provincia de Burgos, casi colindando con la de Valladolid Palencia. En la foto aérea de google maps se puede ver el edificio principal a pesar de la falta de resolución de la imagen.

Estado: El edificio principal está en bastante mal estado por el expolio sufrido, aunque acceder a él no es excesivamente peligroso si se observan las debidas precauciones. No aconsejaría a nadie intentar subir a la última planta por la gran cantidad de escombros que se acumulan en el último tramo de escaleras. Los agujeros en el suelo son bastante visibles, pero no conviene despistarse.
Los edificios aledaños son de construcción más reciente, y estructuralmente se encuentran en mejor estado, por lo que los suelos son firmes. No así los tejados de las viviendas más alejada, en bastante peor estado.

Acceso: El camino es de asfalto hasta los últimos 200 metros, en que se convierte en un camino de tierra, transitable sin mayor problema por casi cualquier vehículo. Incluso se puede aparcar en la puerta del edificio principal. No hay ningún tipo de cerca o valla que impida el acceso.

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Salu2!