La estación fantasma del metro de Madrid.
Volviendo a las estaciones abandonadas, no hace falta viajar hasta sitios apartados de la civilización para encontrar una.
A veces no es culpa de la lejanía o la falta de viajeros que una estación caiga en desuso. A veces, el exceso de estaciones es lo que hace que una estación se vuelva innecesaria.
Este fue el caso de una de las “leyendas urbanas” de Madrid. Entre comillas, ya que la estación de Chamberí es tan real como cualquier otra, aunque bastante más oscura.
Está a la vista de cualquier viajero que viaje por la línea 1 entre las estaciones de Iglesia y Bilbao. Basta con pegar la nariz al cristal del vagón, taparse con las manos la cara para evitar reflejos, y vislumbrar la estación durante un segundo. Es mejor viajar en los vagones de cabeza del tren, ya que los faros del metro iluminan algo más la estación.
Fue abandonada en 1966, cuando las obras de ampliación de las estaciones agrandaron todos los andenes 30 metros más para dar cabida a trenes con más vagones la estación de Chamberí se quedó aún más encajonada. De hecho, sus andenes no distan más de 350 metros de los de las estaciones a su alrededor, por lo que los trenes se veían obligados a circular unos cuantos metros a velocidad reducida antes de volver a parar. Por este motivo se optó por clausurar la estación, y habilitar nuevos accesos a las estaciones colindantes.
Lo curioso es que la estación no fue desmantelada. Simplemente se tapiaron sus accesos, dejando la estación varada en el tiempo. Un buen día cerró, y no volvió a abrir. Se mantuvieron los carteles, las taquillas, los tornos, e incluso los billetes usados en las papeleras.
Por desgracia, la estación ha sido pasto de vándalos y graffiteros, o mejor dicho, vándalos graffiteros, que la han dejado en un estado bastante lamentable: pintadas, cristales rotos, carteles quemados…
En otro tiempo se podían realizar algunas visitas guiadas, pero esta posibilidad ha desaparecido argumentando problemas de seguridad.
La única forma de acceder actualmente a esta estación es bastante arriesgada: recorrer los poco más de 300 metros de túnel entre alguna de las estaciones aledañas y la estación fantasma. A pesar de que el metro de Madrid usa catenaria (cables elevados para conducir la electricidad a los trenes) en vez de un “tercer rail” electrificado en el suelo, como en el caso del “tub” londinense el paseo no está exento de riesgos: los trenes pasan con una cadencia peligrosa, y hay cámaras y vigilantes de seguridad.
Personalmente, es una aventura que no recomiendo a nadie.
Por otra parte, desde hace años se viene hablando desde hace tiempo de reconvertir la estación en un museo de la historia del suburbano. El plan de actuación contempla que los accesos sean rehabilitados y la estación restaurada y reabierta al público en 2007. Esperemos que el señor Gallardón sea capaz de cumplir su promesa, y acometer esta obra tan poco visible, escondida y olvidada.
Algunos links sobre la estación:
La primera referencia que tuve de la estación, en escolar.net.
Varios articulo de elpais.es sobre los actos vandalicos en la estación y su planeada remodelacion, y otro de Informativos Telecinco.
Otro artículo en el blog de Milton, con varias fotos más.
EDITO 01/09/06
Según Telemadrid las obras han empezado ya. Entre otras cosas se han tapiado los andenes de acceso a las vías. Eso quiere decir que ya es imposible acceder por los túneles (al menos no sin un martillo pilón y muchas ganas) . Lo digo por si algún aventurero de última hora se le ocurre organizar una visita nocturna. Habrá que esperar al final de las obras.
Salu2!